16 sept 2010

¿LA DECENCIA COMO OFERTA ELECTORAL? ¿MADURARAN NUESTROS POLÍTICOS ALGÚN DÍA?



Llama la atención sobre manera, como en los últimos tiempos, la “decencia” se ha vuelto una moneda muy cotizada y objeto de oferta electoral. Hasta antes de los años ochenta, a muy pocos o a nadie se le ocurría ofrecer en una contienda electoral, ya sea para postular a un cargo en una municipalidad, al Congreso de la República o la misma Presidencia de la República, la “decencia” como oferta, esto es, como algo que se puede ofrecer al electorado. Algunos recordarán como en la campaña electoral de 1980 un slogan muy publicitado del entonces candidato Fernando Belaúnde, decía: “Honestidad comprobada”. Así mismo, en la campaña presidencial del aún desconocido candidato Alberto Fujimori, se recordará la famosa oferta de “Honestidad, tecnología y trabajo”. ¡Y vaya que el tiempo demostró que lo primero fue una broma pesada! En todo caso, allí se vuelve a ofrecer “honestidad” como un elemento que puede ofrecerse. Pero: ¿No es obvio que todo candidato a un cargo público, más aún al Congreso, a una alcaldía o a la Presidencia de la República, debe ser honesto y decente? ¿No es esto elemental? ¿No es casi un insulto al electorado y a los peruanos en general, que un candidato que se precie de serio, ofrezca honestidad o decencia? ¿No es más lógico y lo que se espera de cualquier candidato, ofrecer soluciones concretas a los problemas que sufre nuestra nación o nuestra ciudad capital? ¿En qué clase de país vivimos?

¿Ustedes se imaginan si para postular a trabajar en una empresa privada el postulante pusiera en el curriculum u hoja de vida: “Soy honesto y decente”? No sólo causaría risa por lo absurdo, pues se entiende que todo postulante debe ser honesto y decente, sino que definitivamente no sería contratado pues es ridículo, por decir lo menos, ofrecer honestidad cuando ello se da por sobreentendido y lo que desea la empresa es ver si el candidato posee las capacidades genéricas y técnicas necesarias para el puesto. ¡Pues, con mayor razón imagínense el postular a un cargo público, lo cual tiene mucho más importancia, ofreciendo honestidad o decencia! Chesterton decía que: “Lo correcto es lo correcto, aunque nadie lo haga. Lo que está mal, está mal aunque todos nos equivoquemos”. Efectivamente, es ridículo estar anunciando la honestidad o la decencia de uno, más aún si se es candidato a un cargo público.

Lamentablemente, para nadie es un secreto que las contiendas electorales desde hace ya varios años, han decaído a niveles muy pobres, por no decir paupérrimos, casi de “risas y salsas” en cuanto a su contenido en sí, candidatos que van a payasear a la televisión, etc. Este fenómeno de “chapucería electorera” lo estamos comenzando a apreciar nuevamente en las últimas semanas. ¿En que consiste dicho fenómeno? En que simplemente no se discuten los problemas nacionales de fondo ni sus posibles soluciones. En el momento actual, los problemas de orden municipal. La contienda electoral se encuentra limitada a un simple análisis con rayos X, sino es con tomografía y resonancia magnética, de los candidatos o posibles candidatos, olvidándose que un proceso electoral es una forma de elegir a las personas encargadas de asumir responsabilidades y servir a la sociedad civil resolviendo sus problemas mas inmediatos y planificando su buen desarrollo con miras al bien común. En otras palabras, un proceso electoral es un medio, no un fin en sí mismo. El fin último son los problemas de todo orden que aquejan al país y sus posibles soluciones, más no el proceso electoral en sí y la calidad moral, técnica y/o profesional de sus candidatos. No confundir el fin con los medios para llegar a este fin. Definitivamente podemos concluir con Chesterton que “el sentido común es lo único que se ha prohibido, puesto que lo hubiera entendido la gente corriente”. De allí que queremos ideas y propuestas concretas. 

15 sept 2010

DECLARACION DE LA JUVENTUD A LA ONU Respuesta al radicalismo extraviado


Hacer lobby o gestionar con maña intereses particulares de un grupo, para influir en decisiones claves, es una nefasta práctica que no se limita a gobiernos nacionales, sino por desgracia, principalmente ronda a organismos internacionales como la ONU.


Con la anuencia y el financiamiento de Directora del Fondo de Población de las Naciones Unidas, Thoraya Obaid (polémica promotora del aborto legal irrestricto), un grupo de jóvenes de ideas radicales pretende imponerse en la conclusiones de la Conferencia Mundial de la Juventud 2010, sobre las prioridades en la agenda de desarrollo para la juventud mundial, que debe incluirse en el documento de los gobiernos que será presentado ante la ONU este fin de mes. Si esto sucede, las opiniones de estos jóvenes dirigidos por el UNFPA serán consideradas "voz de autoridad" por algunas naciones.


Piden por ejemplo, que los jóvenes (entre los 15 y 23 años) tengan entre otros "derechos sexuales, reproductivos... libertad de expresión e identidad de género, sexo, de identidad sexual u orientación sexual", piden que se les reconozca derechos a salud sexual y reproductiva confidencial en "contextos formales y no formales", y derecho al aborto. Piden garantizar protección contra la interferencia arbitraria de la privacidad. Asegurar que ningún tercero (léase sus propios padres) tenga acceso a datos privados de importancia para su poseedor sin el consentimiento directo y continuo.


En dicho documento también exigen que los gobiernos y la sociedad civil, -como sino no fueran parte de ella- erradiquen la criminalización contra jóvenes y declaran que "deben respetar el imperio del derecho para asegurar que no estén abusando de su poder", en contra de jóvenes "defensores de Derechos Humanos y los activistas políticos y sociales".
Todo el documento esta profundamente ideologizado y no representa ni por asomo a toda la población mundial de jóvenes que se calcula en mil millones.


En respuesta a toda esta orquestada manipulación, la Alianza Internacional de la Juventud lanzó, hace unos días, su Declaración de la Juventud a la ONU y al Mundo. El manifiesto, que consta de ocho principios fundamentales, tiene por objeto demostrar a la ONU y al mundo que la juventud radical no habla en nombre de la mayoría de los jóvenes. 

Ésta gira en torno a ocho principios, entre los que se encuentran los siguientes: «Los jóvenes son seres relacionales formados en la familia», «Los padres son los principales educadores de los jóvenes», «Los derechos de los jóvenes están basados en sus capacidades en desarrollo», «Debe respetarse una interpretación adecuada de la sexualidad y de las relaciones saludables», «Hombre y mujer están fundados en la naturaleza».Sustentan su posición en documentos claves como el principio de la Declaración Mundial de los Derechos Humanos, según el cual "la familia es la unidad fundamental y natural de la sociedad" y tiene derecho a ser protegida de manera especial por el Estado.

Esta declaración además, equilibra los derechos de la juventud con sus padres, basándose en sus capacidades en desarrollo, según lo establece la Convención sobre los Derechos del Niño. Asimismo, evoca el único acuerdo internacional vinculante en lo que respecta a la definición de género: el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, el cual afirma que "género" se refiere a los dos sexos, masculino y femenino.


Es necesario que gane la sensatez.

5 sept 2010

PATRIA ROJA EN LAS ELECCIONES MUNICIPALES: La manzana de la discordia.


Este último tramo del proceso electoral, se ha iniciado con una batalla mediática en torno a un partido extremista como manzana de la discordia, escenario que nos permite sacar algunas conclusiones.

Es alarmante que los comunistas reunidos en Patria Roja y el Movimiento Nueva Izquierda (que cuentan con una maquinaria partidaria montada detrás de los llamados "comités de defensa" a nivel nacional), con casi nulas posibilidades electorales por la naturaleza subversiva de sus planteamientos -traducida en hechos virulentos que desencadenaron graves conflictos sociales en el país- vayan a obtener réditos políticos, gracias al apetito electoral de quién los convirtió en sus socios.

La denominada "izquierda democrática", "progresista" o "caviar", que se ha esforzado en la última década por tomar distancia del socialismo marxista, ha hecho trizas la supuesta metamorfosis. En pocos días pulverizó sus anteriores argumentos y deslindes ideológicos, para adoptar tibias posiciones respecto a los radicales violentistas, justificando lo injustificable, en su afán por alinearse con Villarán.

El silencio previo de Flores Nano, -cuando Kouri estaba todavía en el “candelero”- frente a la presencia de estos comunistas como candidatos, no sólo en Lima, sino, principalmente, en diferentes distritos y provincias del interior del país, no se puede atribuir a la desinformación. Probablemente obedeció a una mera estrategia electoral, con la finalidad de captar el voto de la izquierda indecisa por la ausencia del humalismo en estas elecciones.

Todo parece indicar que seguimos observando la viciosa práctica política de claudicación de convicciones para subordinarse al cálculo electoral. ¡¡Votos a cualquier precio!!

28 ago 2010

Legalización de drogas: Solución o profundización del problema


Cada vez se oye con mayor frecuencia voces como las de Vargas Llosa, los ex presidentes César Gaviria de Colombia, Ernesto Zedillo en México y el brasileño Henrique Cardozo, a favor de la legalización de la producción y comercialización de drogas. Pero básicamente, sus argumentos se enfocan sólo a una parte del problema: jaquear al crimen organizado montado alrededor del narcotráfico y el enorme gasto fiscal que demanda a los estados la ejecución de programas anti drogas.

Sin embargo, no profundizan en las consecuencias inmediatas de esta propuesta coyuntural, que derivaría en el incremento exponencial del consumo, sobre todo en la población más vulnerable: los niños y jóvenes. Según las últimas estadísticas de CEDRO, en el Perú ha aumentado en 2OO% el consumo de drogas y la edad promedio de inicio es de 12 años, aunque hay registro de casos de niños de 8 años de edad. Todos los estudios realizados apuntan a que una iniciación temprana implica una alta probabilidad de dependencia posterior y que las causas del consumo temprano son generados por conflictos en la familia o desintegración de ésta.

Los promotores de la legalización de las drogas están tratando de combatir el problema desde las consecuencias, cuando la solución debe buscarse en las causas.